Encontrará respuesta a las dudas más comunes. En caso que considere que necesite mayor información les recomendamos que haga una cita con nuestros médicos.
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Cada técnica tiene una tasa de embarazo, y esta varia mucho en función de la edad de la paciente. La fecundación in vitro, por ejemplo, puede alcanzar el 50% en las pacientes mas jóvenes, y la donación de ovocitos ofrece unas tasas de gestación superiores al 60%.
La lista de Técnicas de Reproducción Asistida existentes en la actualidad es muy amplia: Inseminación Artificial, Fecundación in Vitro, Ovodonación, Diagnóstico Genético Preimplantacional, etc., pero no todos los tratamientos son aplicables a todas las parejas.
La base del éxito de una técnica consiste en un buen diagnóstico de la causa de la Infertilidad. Una vez estudiado el caso, se selecciona el Tratamiento más idóneo para cada pareja, es decir, el que les ofrezca mayores posibilidades de éxito.
Se considera que una pareja debe acudir al Especialista en Reproducción Asistida cuando no se ha conseguido la gestación tras un año de relaciones sexuales sin ningún tipo de protección anticonceptiva.
Este periodo es orientativo ya que puede variar en función de la edad: por ejemplo se recomienda reducirlo a 6 meses a partir de los 35 años.
Generalmente se hablan indistintamente de infertilidad y/o esterilidad, pero realmente no son sinónimos.
Se habla de Esterilidad cuando se hace referencia a la imposibilidad de conseguir una gestación tras un periodo determinado de relaciones sexuales sin protección. Sin embargo, el término de Infertilidad hace referencia a la incapacidad de conseguir gestaciones capaces de evolucionar correctamente (se incluirían por tanto los casos de abortos de repetición, partos prematuros,….)
Según los estudios epidemiológicos publicados hasta el momento, alrededor del 15% de las parejas en edad reproductiva presentan algún tipo de alteración a este nivel. Es decir, una de cada seis parejas necesitará ayuda a la hora de concebir, si bien esta tendencia va en aumento.
El origen y las causas de la Infertilidad pueden ser muy variados. En general se establece que en un 40% de los casos, el origen de la Infertilidad es masculino. En otro 40% el origen será femenino, y en el 20% restante de los casos aparece un factor causal mixto.
La causa masculina mas frecuente es la disminución de la calidad seminal, incluso la ausencia de espermatozoides en el eyaculado, aunque no es la única (Enfermedades Genéticas, edad, etc).
A nivel femenino, la causa de infertilidad más frecuente es la edad de la mujer. El papel de la mujer en las sociedades desarrolladas ha cambiado mucho en los últimos años, lo que conlleva un retraso en la edad en la que la mujer busca una gestación. A partir de los 35 años se produce un descenso en las tasas de fecundación de las mujeres, que se vuelve mas acusado a partir de los 38. Todo esto conlleva a un aumento cada vez más acusado en la demanda de Técnicas de Reproducción Asistida.
Las trombofilias son trastornos en el sistema de coagulación sanguínea. Se manifiestan como una alteración en el equilibrio entre la formación y la destrucción de coágulos, lo que nos predispone a desarrollar fenómenos trombóticos, como la formación de coágulos arteriales o venosos.
Puede ser hereditaria (se transmite de padres a hijos mediante mutaciones en los genes) o adquirida. La trombofilia adquirida más frecuente es el «Síndrome antifosfolipídico o SAF», se trata de una enfermedad autoinmune que afecta a un 5 por ciento de las embarazadas que provoca que el organismo materno cree anticuerpos que atacan a la placenta.
La formación de coágulos en el embarazo pueden obstruir los vasos sanguíneos y dificultar la adecuada oxigenación y nutrición del bebé, poniendo en riesgo su vida.
Hay que mencionar que existen alrededor de 10 tipos distintos de trombofilia y no todos se relacionan con complicaciones durante el embarazo. Es decir, no toda mujer con trombofilia presenta complicaciones de embarazo.
En importante aclarar que muchos especialistas coinciden en que la trombofilia es una de las causas menos frecuentes de pérdida de embarazo.
Ahora, las pérdidas de embarazos ocurren porque en la placenta se generan microtrombos que hacen que el bebé se nutra mal. Los coágulos que se forman pueden obstruir los vasos sanguíneos y dificultar la adecuada oxigenación, lo que puede ponerlo en riesgo e incrementar las posibilidades de un aborto espontáneo.
Cuando la trombofilia se confirma mediante un análisis de sangre, es fundamental un seguimiento médico estricto durante el embarazo. Con el tratamiento adecuado las posibilidades aumentan a más de un 80 por ciento.
El tratamiento consiste en administrar un anticoagulante llamado heparina (de bajo peso molecular o no fraccionada) para evitar la formación de coágulos y aglomeración de plaquetas que podrían poner en riesgo al bebé.
El control prenatal se completa con ecografías doppler para chequear el flujo de sangre que está llegando al bebé y con un monitoreo de la frecuencia cardíaca para asegurarse que está recibiendo suficiente oxígeno.
La endometriosis es una enfermedad donde el tipo de tejido que forma el revestimiento del útero (el endometrio) se encuentra fuera del útero. Esta enfermedad ocurre en aproximadamente una de cada 10 mujeres en edad reproductora. Muchas mujeres con endometriosis no presentan síntomas o solo tienen molestias leves. En otras, el dolor es tan intenso que les impide hacer las actividades normales. La endometriosis también es una de las causas principales de infertilidad.
En la endometriosis, las áreas de tejido endometrial (que a menudo se llaman implantes) se encuentran fuera del útero, generalmente dentro de la pelvis y la cavidad abdominal. Los implantes de endometriosis aparecen con mayor frecuencia en los siguientes lugares:
Los implantes se pueden desarrollar en las superficies de afuera de los órganos o penetrar más adentro de las paredes de algunos órganos como la vejiga o los intestinos. Los implantes pueden ser muy pequeños o crecer hasta llegar al tamaño de una naranja o incluso ser más grandes. En casos raros, el tejido endometrial se puede hallar en otras partes del cuerpo fuera de la pelvis, como los pulmones.
La endometriosis responde a cambios en el estrógeno, una hormona de la mujer. Los implantes pueden crecer y sangrar como lo hace el revestimiento uterino durante el periodo menstrual. El tejido circundante también se puede irritar, inflamar e hinchar. Además, el desprendimiento y sangrado de este tejido cada mes puede producir tejido cicatrizante, denominado adherencias. A veces, las adherencias pueden hacer que los órganos se adhieran entre sí. El sangrado, la inflamación y el tejido cicatrizante pueden causar dolor, especialmente antes y durante la menstruación.
El síntoma más común de endometriosis es dolor pélvico crónico (a largo plazo), en particular inmediatamente antes y durante el periodo menstrual. El dolor que ocurre con la menstruación se llama dismenorrea. En las mujeres con endometriosis, la dismenorrea a menudo empeora con el tiempo. También el sexo puede ser doloroso. Si la endometriosis está presente en los intestinos, las evacuaciones intestinales pueden ser dolorosas. Si implica la vejiga, puede ser doloroso orinar. Otro síntoma de endometriosis son los sangrados menstruales intensos.
La intensidad del dolor no siempre coincide con la gravedad de la enfermedad. Por ejemplo, algunas mujeres con dolor leve pueden tener una gran cantidad de implantes y muchas adherencias. Otras con dolor intenso pueden tener una cantidad pequeña de implantes y pocas adherencias. Muchas mujeres con endometriosis no presentan síntomas. De hecho, es posible que se enteren de que tienen endometriosis si no pueden quedar embarazadas o al someterse a una cirugía por otro motivo.
Si presenta dolor y otros síntomas de endometriosis, su proveedor de atención médica posiblemente hará primero un examen físico, incluyendo un examen pélvico. Muchos de los síntomas de endometriosis son semejantes a los que ocurren con otros problemas, como con el síndrome del colon irritable, problemas con las vías urinarias y con infecciones. Su proveedor de atención médica deberá descartar estas otras causas. La única manera de determinar con certeza si tiene endometriosis es mediante una cirugía. Generalmente se practica una cirugía si el tratamiento con medicamentos no da resultado o si tiene infertilidad. La cirugía se realiza con mayor frecuencia por laparoscopia.
Sí. Muchas mujeres con endometriosis quedan embarazadas. Aunque es probable que resulte más difícil quedar embarazada. La endometriosis afecta a alrededor de la mitad (50 %) de las mujeres con infertilidad.
La endometriosis es comúnmente asociada con la infertilidad. Casi un 40% de las mujeres con infertilidad tienen endometriosis. En casos graves de endometriosis, las trompas de Falopio podrían estar bloqueadas con adherencias o tejido cicatrizante lo cual impide que el óvulo se desplace por la trompa.
En casos menos graves, se cree que la inflamación puede perjudicar al espermatozoide o al óvulo. La inflamación también puede interferir en el desplazamiento del espermatozoide y el óvulo por las trompas de Falopio hasta el útero.
Si el embarazo no llega después de una cirugía y tras haber estado al menos un año intentándolo, las técnicas de reproducción asistida son una esperanza para aquellas mujeres que ven alejarse su maternidad.
En función de la severidad de la endometriosis y la evolución que vayan presentando los tratamientos, las técnicas adecuadas serán unas u otras. Una vez analizada cada situación en particular, se procederá a realizar un tratamiento de reproducción asistida: o bien una inseminación artificial, o bien una fecundación in vitro. Este último tratamiento será más frecuente en el caso de endometriosis avanzadas y con un mayor grado de afectación.
Efectivamente, el embarazo tiene un efecto protector de la endometriosis. Esto se debe a la detención del ciclo menstrual de la mujer y la disminución de estrógenos, hormonas implicadas en el crecimiento de los endometriomas. Por tanto, durante el embarazo, la mujer siente un alivio en los síntomas y el dolor. Por desgracia, todo esto se reanuda una vez la mujer ha dado a luz.
Es frecuente que las mujeres tengan uno o los dos ovarios poliquísticos, un proceso normal, muy común en el aparato reproductor femenino. Sin embargo, la señal de alarma salta en las mujeres al pensar que lo que sufren es el síndrome de ovario poliquísitico. Esta es una patología de más gravedad que desarrollan alrededor de entre un 6 y un 10 por ciento de mujeres en edad fértil. Aunque ambos trastornos deben ser vigilados, hay que distinguir sus causas y consecuencias, ya que solo el síndrome de ovario poliquístico precisa tratamiento.
El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una enfermedad en la cual una mujer tiene un desequilibrio de las hormonas sexuales femeninas. Esto puede provocar cambios en el ciclo menstrual, quistes en los ovarios, dificultad para quedar embarazada y otros problemas de salud.
La mayoría de los ovarios poliquísticos son asintomáticos y se suelen localizar de forma casual. Pueden asociarse con una ovulación dolorosa y a reglas irregulares. El ovario poliquístico es un proceso normal.
Sin embargo, el síndrome de ovario poliquístico es una patología de más gravedad que se asocia a periodos anaovulatorios (ausencia de menstruación) y a síndrome metabólico relacionado con una enfermedad cardiovascular o al desarrollo de diabetes.
Su médico le preguntará sobre sus síntomas y observará si tiene las señales de SOP. Le realizará un examen físico completo, que posiblemente incluirá un examen pélvico. También pueden ayudar los exámenes de sangre que miden sus niveles hormonales. Un examen de ultrasonido puede mostrar si tiene quistes en sus ovarios.
Tratamiento
El tratamiento para el SOP se enfoca en controlar los síntomas. Es posible que necesite perder peso. Comer saludable y hacer suficiente ejercicio puede ayudarle a controlar el SOP. El medicamento puede ayudarle a regular su ciclo menstrual y reducir el crecimiento de vello abdominal y el acné. Las píldoras anticonceptivas (para mujeres que no están tratando de embarazarse) y la metformina son dos medicamentos con receta médica que frecuentemente son útiles. Si tiene diabetes o hipertensión arterial, estas condiciones también necesitan tratamiento. Si desea tener un bebé, existen medicamentos que pueden ayudarle a quedar embarazada.