La endometriosis es una enfermedad donde el tipo de tejido que forma el revestimiento del útero (el endometrio) se encuentra fuera del útero. Esta enfermedad ocurre en aproximadamente una de cada 10 mujeres en edad reproductora. Muchas mujeres con endometriosis no presentan síntomas o solo tienen molestias leves. En otras, el dolor es tan intenso que les impide hacer las actividades normales. La endometriosis también es una de las causas principales de infertilidad.
Dónde ocurre la endometriosis
En la endometriosis, las áreas de tejido endometrial (que a menudo se llaman implantes) se encuentran fuera del útero, generalmente dentro de la pelvis y la cavidad abdominal. Los implantes de endometriosis aparecen con mayor frecuencia en los siguientes lugares:
- El peritoneo
- Los ovarios
- Las trompas de Falopio
- Las superficies externas del útero, la vejiga, los uréteres, los intestinos y el recto
- El fondo de saco (el espacio detrás del útero)
Los implantes se pueden desarrollar en las superficies de afuera de los órganos o penetrar más adentro de las paredes de algunos órganos como la vejiga o los intestinos. Los implantes pueden ser muy pequeños o crecer hasta llegar al tamaño de una naranja o incluso ser más grandes. En casos raros, el tejido endometrial se puede hallar en otras partes del cuerpo fuera de la pelvis, como los pulmones.
La endometriosis responde a cambios en el estrógeno, una hormona de la mujer. Los implantes pueden crecer y sangrar como lo hace el revestimiento uterino durante el periodo menstrual. El tejido circundante también se puede irritar, inflamar e hinchar. Además, el desprendimiento y sangrado de este tejido cada mes puede producir tejido cicatrizante, denominado adherencias. A veces, las adherencias pueden hacer que los órganos se adhieran entre sí. El sangrado, la inflamación y el tejido cicatrizante pueden causar dolor, especialmente antes y durante la menstruación.
Síntomas
El síntoma más común de endometriosis es dolor pélvico crónico (a largo plazo), en particular inmediatamente antes y durante el periodo menstrual. El dolor que ocurre con la menstruación se llama dismenorrea. En las mujeres con endometriosis, la dismenorrea a menudo empeora con el tiempo. También el sexo puede ser doloroso. Si la endometriosis está presente en los intestinos, las evacuaciones intestinales pueden ser dolorosas. Si implica la vejiga, puede ser doloroso orinar. Otro síntoma de endometriosis son los sangrados menstruales intensos.
La intensidad del dolor no siempre coincide con la gravedad de la enfermedad. Por ejemplo, algunas mujeres con dolor leve pueden tener una gran cantidad de implantes y muchas adherencias. Otras con dolor intenso pueden tener una cantidad pequeña de implantes y pocas adherencias. Muchas mujeres con endometriosis no presentan síntomas. De hecho, es posible que se enteren de que tienen endometriosis si no pueden quedar embarazadas o al someterse a una cirugía por otro motivo.
Diagnóstico
Si presenta dolor y otros síntomas de endometriosis, su proveedor de atención médica posiblemente hará primero un examen físico, incluyendo un examen pélvico. Muchos de los síntomas de endometriosis son semejantes a los que ocurren con otros problemas, como con el síndrome del colon irritable, problemas con las vías urinarias y con infecciones. Su proveedor de atención médica deberá descartar estas otras causas. La única manera de determinar con certeza si tiene endometriosis es mediante una cirugía. Generalmente se practica una cirugía si el tratamiento con medicamentos no da resultado o si tiene infertilidad. La cirugía se realiza con mayor frecuencia por laparoscopia.
¿Puedo quedar embarazada si tengo endometriosis?
Sí. Muchas mujeres con endometriosis quedan embarazadas. Aunque es probable que resulte más difícil quedar embarazada. La endometriosis afecta a alrededor de la mitad (50 %) de las mujeres con infertilidad.
Endometriosis e infertilidad
La endometriosis es comúnmente asociada con la infertilidad. Casi un 40% de las mujeres con infertilidad tienen endometriosis. En casos graves de endometriosis, las trompas de Falopio podrían estar bloqueadas con adherencias o tejido cicatrizante lo cual impide que el óvulo se desplace por la trompa.
En casos menos graves, se cree que la inflamación puede perjudicar al espermatozoide o al óvulo. La inflamación también puede interferir en el desplazamiento del espermatozoide y el óvulo por las trompas de Falopio hasta el útero.
Si el embarazo no llega después de una cirugía y tras haber estado al menos un año intentándolo, las técnicas de reproducción asistida son una esperanza para aquellas mujeres que ven alejarse su maternidad.
En función de la severidad de la endometriosis y la evolución que vayan presentando los tratamientos, las técnicas adecuadas serán unas u otras. Una vez analizada cada situación en particular, se procederá a realizar un tratamiento de reproducción asistida: o bien una inseminación artificial, o bien una fecundación in vitro. Este último tratamiento será más frecuente en el caso de endometriosis avanzadas y con un mayor grado de afectación.
¿La endometriosis mejora con el embarazo?
Efectivamente, el embarazo tiene un efecto protector de la endometriosis. Esto se debe a la detención del ciclo menstrual de la mujer y la disminución de estrógenos, hormonas implicadas en el crecimiento de los endometriomas. Por tanto, durante el embarazo, la mujer siente un alivio en los síntomas y el dolor. Por desgracia, todo esto se reanuda una vez la mujer ha dado a luz.