El diagnóstico genético preimplantacional es una técnica que permite prácticamente eliminar la transmisión de numerosas enfermedades genéticas de padres a hijos. Se realiza en el marco de un ciclo de fecundación in vitro, y permite detectar el embrión enfermo antes de que sea transferido al útero de la mujer.
En IMER SUR realizamos este diagnóstico y queremos contarte mas detalles del mismo:
¿Cuales son los pasos?
Para poder hacer un DGP a los embriones, es necesario que la pareja o mujer se encuentre en un tratamiento de FIV. Por tanto, el primer paso es hacer una estimulación ovárica que permita obtener un número elevado de óvulos para fecundar mediante la técnica de ICSI.
- Después de realizar la Fecundación In Vitro y antes de la transferencia embrionaria al útero, se estudia el material genético del embrión para detectar alteraciones genéticas.
- Se realiza una biopsia a cada embrión y se descartan los que tienen una enfermedad congénita concreta.
- Se transfieren entre uno y dos embriones sanos. Los embriones sanos se pueden congelar.
¿En qué casos está indicado?
• Parejas con riesgo de transmitir alteraciones cromosómicas o enfermedades monogénicas.
• Cuando existen abortos de repetición.
• Fallo de implantación tras varios intentos de FIV.
• Alteraciones de la meiosis de los espermatozoides.
• Cuando la mujer tiene edad materna avanzada (se recomienda a mujeres de más de 38-40 años).
• Si hay antecedentes de un embarazo aneuploide (número incorrecto de cromosomas).
El empleo del diagnóstico genético preimplantacional permite reducir la incertidumbre en los pacientes, al garantizarles que su embrión es sano y al disminuir la probabilidad de riesgo de aborto, reduciendo el estrés emocional, especialmente en pacientes que han sufrido pérdidas de embarazo previas.